«Viajar es una actividad peligrosa…te puede abrir la mente».
Tomar el rumbo de nuestra vida siempre es y será complicado, aún más si no se tiene un objetivo que alcanzar ó una razón por la cual levantarse todos los días; pero aunque no la conozcamos aún, TODOS tenemos una misión que cumplir en este mundo.
Al tratar de descubrirlo van a haber momentos en los que se sienta miedo, coraje, desesperación, o simplemente confianza, paz y satisfacción, dependiendo del tiempo en que tardes en darte cuenta de todo lo que sabes hacer y en identificar todos esos momentos que te llenan de alegría y te hacen sentir completo.
Una vez en mi vida hubo una persona que me dijo:
«¿Qué es eso que estarías dispuesta a hacer sin recibir nada a cambio?»
En ese momento la pregunta me confundió, porque estaba en el proceso de encontrar un trabajo y ganar dinero para comenzar a independizarme y ayudar a mi familia con algunos gastos. Pero no pasó mucho tiempo, cuando logré entender que ese simple razonamiento puede ayudarte a encontrar eso que tanto disfrutes hacer, que cuando te paguen sea simplemente un gesto de agradecimiento y no la razón principal para hacerlo.
Tan sólo sal a caminar o ve al lugar más cómodo para ti y pregúntate lo mismo, seguramente descubrirás que es lo que te apasiona y de lo que puedes vivir en un futuro. Hoy en día el cielo ya no es el límite, porque afortunadamente podemos crear las herramientas para hacer todo lo que nos propongamos en la vida, a un clic de distancia.
Después de 3 años del día en el que yo me pregunte eso, puedo compartirles que estoy completamente agradecida por todo el camino de errores, miedos, frustraciones y miles de experiencias maravillosas que me llevaron a encontrar esa otra parte que necesitaba para entenderme a mi misma.
Hoy yo decidí viajar.